En el mundo en el que vivimos, con cambios acelerados y continuos que exigen un constante esfuerzo de adaptación, se pide, cada vez con más fuerza, eficiencia y calidad a la educación, y para la consecución de este objetivo la evaluación se va convirtiendo en un mecanismo cada día más útil. Los centros educativos se enfrentan a un periodo de reestructuración y de transformación en el que hablar de calidad implica una cultura autoevaluativa que incluye el cuestionamiento de los procesos que se desarrollan en el centro y la exploración de posibles alternativas de mejora. Uno de los aspectos susceptibles de mejora y que tiene relación directa con la calidad educativa es la práctica docente. Desde esta perspectiva, lo que ofrece este libro es un sistema de autoevaluación que permitirá a maestros y profesores reflexionar sobre su actuación en el aula, valorar su desempeño profesional y progresar en la calidad de su actuación docente y educadora.